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ÑUBLE EN LA HISTORIA
Alejandro Witker Presidente Instituto O'Higginiano de Ñuble
Sr. Gobernador de Ñuble don Eduardo Durán Salinas Distinguidas autoridades. En especial, Sr. Herex Fuentes, Presidente de Ñuble Región, que representa los mejores sueños para la grandeza futura de Ñuble.
Hemos recibido el encargo de nuestra autoridad provincial de intervenir en esta ocasión en que se conmemora un nuevo aniversario de la Ley que creó la provincia de Ñuble el 02 de febrero de 1848.
Los pueblos, las instituciones y las personas tienen memoria. Tal vez sea este uno de los atributos que marcan fronteras entre la animalidad y la humanidad. Para decirlo en leguaje coloquial: los pueblos, las instituciones y las personas deben saber donde están parados, en que cimiento fundan su existencia y nada más elemental que constatar que ese cimiento es producto de la obra de sucesivas generaciones a través del tiempo.
Ñuble no fue siempre provincia, perteneció antes a un espacio geográfico y administrativo más amplio liderado por Concepción y su reconocimiento político-administrativa dio cuenta de su pujanza económica y de su situación estratégica durante la Conquista y los albores de la República.
Chillán fue llamada la “llave del reino” por su función de retaguardia del epicentro penquista y de custodia de los caminos que conducían a Santiago. En sus campos aledaños floreció agricultura y ganadería de creciente importancia, la artesanía con fuerte vinculación rural se destacó desde temprano y, también desde temprano comenzaron los hijos de esta tierra a destacar en el escenario nacional: Bernardo O'Higgins Riquelme, Pedro Arriagada, los hermanos Lantaño, Rosauro Acuña, fueron nombres fundadores de la construcción republicana.
No es el momento de hacer un recuento de la obra realizada desde la Intendencia por quienes tuvieron a su cargo la representación del Estado. Sin duda en ese registro habrán mayores o menores brillos, pero todos, cada uno en distintos grados, deben haber puesto lo mejor de lo suyo para avanzar entre aciertos y errores. La obra republicana no está para evaluaciones pequeñas sino para destacar los pasos que van conduciendo hacia el progreso. Esta visión positivas de la historia no excluye, por cierto, la autocritica necesaria, pero en Chile tenemos sobradas razones para que elevando la mirada a nivel latinoamericano sentir que el balance global es notable. Se podrá sostener que siempre ha sido posible hacer mejor y, quien sabe, si la más sólida autocrítica que debemos formularnos es constatar que Chile puede más, sí puede mucho más y es ahí donde hay que poner la mayor voluntad para tener cada día más prosperidad, más justicia, más ilustración, más eficiencia y honestidad en la gestión pública.
Esta afirmación que hacemos en la perspectiva nacional tiene, por cierto, una tremenda validez a nivel de la provincia: Ñuble puede mucho más. No bastan los blasones que lucimos cuando repetimos una y otra vez que somos “cuna de héroes y artistas”, claro que sí, ese orgullo debe acompañarnos justamente para mostrarnos que desde este territorio se pueden alcanzar las estrellas y que el ejemplo de esas vidas ilustres demuestran que, más allá del talento con que llegaron al mundo estuvo su voluntad de triunfar, su decisión irrevocable de no sucumbir en los estrechos marco de la aldea, ser capaces de desatar voluntades para de enfrentar dificultades y soñar con los ojos despiertos. Esa herencia no debe ser sólo alzada como enjambre de reliquias, debe ser convocatoria al estudio de sus vidas y obras para aprender y continuar sus afanes. Las coronas florales y los discursos son panes de un día. La siembra asegura cosecha.
Ñuble puede más, su gente como todos los chilenos se ha forjado en la adversidad soportando tragedias telúricas y acciones humanas destructivas, lo importante es aprender de esas desgracias para construir un futuro mejor. Por eso quisiera en esta ocasión saludar las propuestas legislativas que prepara el Ministerio de la Vivienda para terminar con una de las manifestaciones más abusivas que la población ha debido soportar después de tantas tragedias. Se establecerán requisitos para construir y responsabilidades para las empresas y los profesionales que deberán responder por obras mal diseñadas, mal ejecutadas y no pocas veces rodeadas de dolosas conductas. No más empresas que desaparecen después de la entrega de las obras, no más irresponsabilidades de los profesionales a su cargo y de entidades publicas que suelen recibirlas con ligereza que asombra.
En nuestra historia de calamidades surgió en 1851 en Valparaíso tal vez la institución más noble y generosa que ha surgido del corazón de los chilenos: el Cuerpo de Bomberos de Chile. Único en el mundo en que miles de hombres y mujeres se juegan la vida para defender la vida y los bienes de sus semejantes sin otra retribución que la entrega de auxilio a un semejante en desgracia. Sus mártires deberían pesar en la conciencia de todos los chilenos cuando un joven bombero se nos aproxima para solicitar un aporte voluntario. Los bomberos existen en Chillán desde 1880 y se han multiplicado en varias comunas de Ñuble. Todos conocemos su abnegación pero no todos reparamos en las necesidades institucionales para cumplir mejor su misión. Por eso en este aniversario de Ñuble es justo recordar los testimonios de sus sacrificios, pero por fortuna, tenemos para ellos no sólo una ofrenda floral y un discurso: una Ley de la República ha venido a llenar un vacío inexplicable: bomberos existía en la historia pero no tenía documentación estatal válida. No se trata sólo de papeles más antes papeles menos, ahora es parte del presupuesto de la nación, sus miembros serán protegidos frente a los riesgos de sus acciones. En suma Chile ha pagado a una deuda histórica con sus bomberos.
Así se construye la historia, aprendiendo de debilidades y errores, de olvidos y desconsideraciones, así se construye una república más allá de la pequeña tormenta que suele mover a políticos pequeños frente a la grandeza republicana.
Conmemorar significa traer a la memoria el pasado que es el cimiento de una nación. La conmemoración puede pervertirse en pura demagogia republicana, en patriotería vana que no ilustra a los ciudadanos. Pero también puede ser un acto pedagógico de gran potencia para enseñar a los ciudadanos el verdadero sentido de la historia: recordar por gratitud para aprender y construir el futuro con mayor lucidez.
Bajo el alero de la actual gobernación un grupo de historiadores y un médico vinculado a la familia del mayor de nuestros intendentes, Vicente Mendez Urejola, estamos preparando la primera biografía de este hombre público que dejó huellas perdurables en la provincia y en Chillán. Conocer y valorar a Vicente Mendez Urrejola constituye una deuda que todo Ñuble tiene con su entrega fecunda y tenaz a la cosa pública. Agradecemos al señor gobernador el patrocinio de esta iniciativa y quisiéramos aquí recordarle que lo hemos invitado a nombre del Instituto O'Higginiano de Ñuble a presidir los preparativos del Bicentenario de El Roble (17 de octubre de 1813), glorioso encuentro militar de la Patria Vieja realizado en Ñuble, que marcó el liderazgo de O'higgins en la lucha por la Independencia. No podemos permitir que esa fecha heroica se conmemore sólo con algún discurso, algún desfile y ramos de flores; tenemos que instalar en aquel sitio histórico un gran memorial que recuerde que en ese combate junto a O'Higgins estuvieron jóvenes que más tarde se convertirían en grandes figuras republicanas Joaquin Prieto, Ramón Freire, José María de la Cruz, Diego Jose Benavente Clemente Lantaño, entre otros.
Señoras y señores, chillanejas y chillanejos, a nombre del Instituto O'Higginiano de Ñuble reitero nuestro reconocimiento al llamado del gobernador y a vuestra audiencia en esta cita con el pasado y el fututo de Ñuble.
Chillán, 02-II-2012.
Intervención en acto conmemorativo del 164° de la provincia de Ñuble. |
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